Intentar mezclar en un
totum revolutum la última cadena de detenciones en Aran por un presunto homicidio con el
universo político de Unitat d'Aran, formado por "delincuentes" y "amorales políticos", es de una miseria moral tan repugnante que sólo demuestra la banalidad del mal en la que suelen caer algunos, hundidos hace ya tiempo en las cloacas de la injuria y en las tinieblas del olvido.